sábado, 15 de octubre de 2011

FrAntirst versus Tatarkiewicz

Cierto es, y he de reconocerlo, que mi visión sobre el concepto de arte y su contexto, ha cambiado, en parte, o mejor dicho a evolucionado, se ha enfatizado, tras leer éste fragmento de Tatarkiewicz. En clase, me oponía a la idea y a aquellos compañeros que afirmaban que, el arte es un producto mental, que en la naturaleza no podía existir arte sin una connotación mental, humana. Hoy puedo darme cuenta, de que si el arte es la experiencia de la vida, es experimentar la "novedad", tan mencionada en últimas instancias en el texto, éste seguirá vivo mientras las dichas experiencias sean posibles, es decir, mientras el ser humano pueda seguir teniéndolas, pero el día que éste ya no esté y pueda caminar pensando, la obra de arte, el arte en general, habrá muerto.
Evidentemente se aprecia una diferenciación monumental, entre la consideración de la obra de arte hasta antes de finales del XIX y posterior a entonces. Dicha diferenciación no es más que una evolución, un proceso evolutivo, que, como bien se dice, hasta antes del XIX era lento y pausado, y tras las vanguardias se precipitó el cambio. lo que más me llama la atención hasta antes de la fecha mencionada es la distinción entre obra productiva y obra expresiva, mencionando M. Rieser, que la primera configura el medio ambiente que rodea al hombre, y que la segunda expresa su vida interior, ciertamente eso parece haber existido siempre, y sigue existiendo a día de hoy, artistas se expresan desde el interior o bien para expresar contenidos del grueso exterior o bien para expresar su propio aforo interno, también ha existido siempre la figura de aquel que observa para reproducir el entorno en que nos encontramos. Hay algo que si me pone en desacuerdo, parcialmente, se menciona que el arte es una actividad humana, hasta ahí de acuerdo, no producto de la naturaleza, que es una actividad consciente, pero lo que me choca excesivamente es que se tache al azar. Dadá configuraba toda su obra por manos/mentes azarosas, mentes que si sabían que estaban haciendo, pero que igualmente no sabían cual iba a ser el producto.
Por otra parte es lógico que las vanguardias tuvieran tanto éxito, eran novedad, era no saturación de lo expuesto durante los diecinueve siglos anteriores, era como se menciona esa revolución permanente que hoy día sigue vigente, que hoy día se sigue buscando.
En clase de historia de la pintura, Mercedes afirmó que, dicha revolución abarca conceptos que antes no eran pensados, como por ejemplo lo es el espacio, ahora un artista cuenta con el espacio en su obra de arte, anteriormente un artista producía un cuadro indistintamente de su ubicación (pueden haber excepciones), con ésto me refiero a que, hasta antes del siglo XIX se conformaron con la misma "MIERDA" de siempre, sus cabecitas estaban cerraditas al espacio visual exterior, dedicándose, no a ser artistas, sino buenas cámaras digitales con impresoras incorporadas, pero es necesario entenderlo como arte dentro de la sumisión  por el gusto de la mayoría, ahora realizo una obra y puede gustarte o producirte otra sensación, distinta a la de mero  éxtasis visual de "belleza" ideal artística.
Con todo ésto vuelvo a mencionar lo ya expuesto mirando hacia el texto de María del Corral, señores avancemos, continuemos, el siglo XVI ya pasó, no pretendamos ser un Velázquez, ni un Miuel Ángel, al igual que tampoco pretendamos ser un Picasso, eso ya está inventado, busquemos de nuevo, como menciona Tatarkiewicz, la novedad, sigamos revolucionando el arte, hagamos cosas nuevas, expresémonos como nadie lo ha hecho antes, seamos originales.